En consultoría de Experiencia e Innovación solemos recibir solicitudes, de clientes y no clientes, de una metodología o proceso para especifico aplicarlo como la mejor solución a sus problemas y retos empresariales. Esto es como ir al médico y pedirle que te saque el apéndice porque tienes fuertes dolores en la parte baja del estómago, en lugar de explicarle los síntomas y pasar algunos exámenes para que el pueda llegar a un diagnóstico preciso.
Es habitual que cuando algo es tendencia o se escucha que la competencia lo aplica y parece tener algunos resultados, se recurra a pedir exactamente lo mismo sin saber si realmente es lo que se necesita. Prácticamente una automedicación.
Inclusive se puede pensar que es un calmante ante la incertidumbre de la gran cantidad de conceptos que trae consigo la innovación.
Algunos de los conceptos que se oyen en consultoría de procesos de innovación y sobre todo dentro del entorno digital ya desde algunos años son: Lean Startup, Design Thinking, Design Sprint, Agile, Kanban, Scrum, Systematic Inventive Thinking (SIT), Blue Ocean, Creative Problem Solving (CPS), y más.
Comencemos explicando las fases clásicas de un proceso de innovación, algunas pueden fusionarse o cambiar de nombre.
0) Definir el reto
La principal función de un reto es convertir un problema sin resolver en una fuente de ideas innovadoras. Este tiene la características de ser de difícil resolución y por ello constituye un estímulo o desafío. Es importante tenerlo bien definido porque a partir de este viene un flujo continuo de ideas.
1) Explorar nuevas preguntas
Sobre el nuevo reto deben reformularse nuevas preguntas, necesidades o expectativas involucrando inclusive al cliente o usuario. El objetivo es quedarse con las más inspiradoras y aquellas que optimicen el proceso creativo.
2) Generación de ideas
Una de las fases más conocidas e importantes del proceso de innovación. Consiste en el uso de métodos y técnicas para estimular el pensamiento creativo “fuera de la caja” (lluvia de ideas) o “dentro de la caja” (partiendo del problema) y así generar nuevas ideas de valor que den respuesta a las preguntas generadas en base al reto.
3) Aterrizaje de ideas:
En esta fase se eligen las mejores ideas según su potencial y no por su factibilidad. Se listas y son sometidas a juicio, a lo que llamamos convergencia. Usualmente el experto valida la factibilidad de las ideas que salieron en la fase anterior. Así como, se puede validar con el segmento o futuro mercado para ver si encaja con necesidades o expectativas, y no al contrario; estudiar al mercado para acercar nuestras ideas a este.
4) Definir:
Esta fase, en muchos casos es fusionada con la anterior ya que es el resultado de quedarnos con las mejores ideas y conceptualizar la propuesta mediante un diagrama de bloques o uso de un modelo conceptual.
5) Experimentar:
Es otra de las fases más conocidas que se centra en la construcción de la simulación del modelo conceptual para poder ser validado con usuarios finales. Esta puede ser representado por un piloto, prototipo o rollplay en caso de que sea un servicio. Es fundamental que lo que se construya sea probado con el segmento objetivo o público meta para poder validar el efecto deseado y de esa manera hacer los ajustes correspondientes para pasar a la fase de construcción o implementación.
6) Implementar el proyecto innovador:
Es una de las fases más complicadas de ejecutar porque es hacer realidad la idea. En función de cuál sea el reto, este proceso puede ser complejo y durar meses (nuevo modelo de negocio, nuevo producto) o se puede hacer de manera simple y en pocos días.
7) Introducirlo al mercado:
Un proyecto para que sea innovador debe tener éxito, ya sea económico o social) frente a su mercado o nuevo segmento. Para ello se realiza sesiones de creatividad a fin de encontrar la mejor forma de como introducirlo de forma exitosa ofreciendo el valor frente a las necesidades y expectativas de futuros usuarios. En esta fase compruebas que tipo de innovación tiene tu producto, si es incremental o disruptiva (cuando el mercado no te lo pedía, pero engancha muy bien con este, no solo por ser único sino también por útil).
Son diversas las metodologías y herramientas que nos pueden ayudar para llevar a cabo estas fases que deben ser usadas en función de los objetivos y necesidades de lo que se quiera lograr, es por ello que es importante partir del problema y no de la solución (metodología).
Hay empresas que capacitan a sus áreas con una metodología conocida, las que “suenan comercialmente” y piensan que ya están protegidos y que se trata de seguir los pasos. Tampoco se trata solamente de elegir la que toca en cada fase, si no conocer y sacar lo mejor de cada una.
Me ha tocado transformar técnicas, crear híbridos, para poder solucionar algunos desafíos. Y muchas veces he notado el desconcierto del cliente, porque en innovación hay bastante de incertidumbre y muchas personas no se sienten cómodas con ello porque están acostumbradas a seguir un camino ya aprendido. Si estos prejuicios imperan solo aplicaremos las herramientas de siempre y obtendremos resultado pocos innovadores.
Es bueno saber de otros métodos y herramientas aparte de las que solemos escuchar o conocer. Estas metodologías son como las herramientas que usa un cirujano, capaz de identificar bisturís no tan conocidos y especializados en hacer un corte más adecuado.
«Los que hacen innovación son las personas y no las metodologías. Son los encargados de la innovación quienes deben conocer que metodología o parte de ella usar para innovar.»
A continuación, dejo definiciones de algunos conceptos (metodologías y/o herramientas) que les puede servir de apoyo inicial para luego profundizar en cada una de ellas.
Metodologías que se enfocan en las etapas del pensamiento creativo
Creative Problem Solve (CPS)
Se traduce como Solución Creativa de Problemas. Lo introduce Alex Osborn en la década de 1950 en su libro Wake Up Your Mind . El CPS es una metodología que ayuda a redefinir los problemas y oportunidades, con el fin de alcanzar respuestas y soluciones innovadoras para tomar acción.
Asimismo, plantea que el pensamiento divergente y convergente debe ser balanceado y aplicado en cada una de las etapas.
Alex Osborn y Sidney Parnes llevaron adelante profundas investigaciones para descubrir los pasos que utilizan las personas en el momento de resolver problemas. El resultado de estas investigaciones dio lugar a las 6 fases del Proceso de Resolución Creativa de Problemas:
- Explorar la visión: identificar la meta, deseo o reto.
- Recopilar información: describir y generar información que permita una mejor comprensión del problema.
- Formular preguntas: hacer preguntas sobre el reto que inviten a generar soluciones.
- Explorar ideas: se generan ideas que respondan al reto con sesiones de Brainstorming (video).
- Formular soluciones: se evalúan las posibles opciones y se concretan en soluciones, analizando el potencial, ver cómo se pueden mejorar y seleccionar las mejores.
- Formular un plan: identificar los recursos y acciones que permitirán implementar la solución elegida).
Inspiradas en esta metodología han nacido nuevas simplificadas y ágiles, tales como Binnakle, que es un serious game de mesa que usa la gamificación para llevar a los participantes (jugadores) por las fases del proceso creativo en pocas horas.
Attachmedia es la única consultora representante de esta metodología en el país y ya se han realizado partidas en empresas del sector telecomunicaciones y retail.
Systematic Inventive Thinking (SIT)
Se traduce como Pensamiento Inventivo Sistemático. Surgió como una alternación del método ruso Teoría para Resolver Problemas de Inventiva (1,946).
El método SIT condujo a la creación de una empresa con el mismo nombre. Con sede en Israel, ya tienen clientes en más de 70 países desde 1995. Este método no está muy publicitado, pero se enseña en universidades de Israel y Estados Unidos.
Propone que todas las soluciones inventivas comparten patrones. Mediante el método estructurado llamado “Innovación Dentro de la Caja”, que lo popularizó Drew Boyd en su libro Inside the Box, donde expone incluso que las sesiones de brainstorming no son efectivas (artículo del estudio) .
Roni Horowitz y Jacob Goldenberg doctores en la universidad de Tel Aviv trabajaron juntos para desarrollar la metodología en una versión ágil y más global de la conocida metodología rusa TRIZ y su enfoque principal es aplicar una serie de limitaciones creativas que provocan pensar y actuar de forma diferente.
SIT aborda el desarrollo de nuevos productos o servicios identificando y aplicando ciertos esquemas bien definidos denominados patrones o plantillas. Estas pueden contribuir a la comprensión y predicción de la aparición de nuevos productos o servicios respectivamente.
Los principios en que se rigen esta metodología son los siguientes:
- Función Sigue la Forma: Es considerado como un proceso de retroceso, en el cual el punto de partida para las nuevas ideas son los recursos existentes, en vez de las necesidades que se han identificado en el mercado. Sin embargo, las necesidades del mercado no son no ignoradas, sino son introducidas en una etapa posterior.
- Camino de Mayor Resistencia: SIT promueve un enfoque contraintuitivo, es decir, obliga a tomar la ruta menos fácil donde nuestra mente hará mayor resistencia.
- Mundo Cerrado: También conocido como “Pensando dentro de la caja”. Al momento de resolver un problema o generar ideas, solo se debe considerar usar aquellos recursos que ya existen en el producto o sistema, o en su entorno inmediato. Promueve depender de recursos que están disponibles en lugar de importar nuevos.
- Fijación Cognitiva: La fijación cognitiva se refiere a un estado mental en el cual el objeto o situación son percibidas de una forma específica, excluyendo cualquier otra alternativa.
- Producto Virtual: El producto o situación virtual hace referencia al resultado tras modificar el producto original. Puede ser un concepto abstracto.
- Situación Existente: La situación existente se refiere a la primera etapa de Función Sigue la Forma. En esta parte es donde se definen las etapas, componentes del producto y recursos estratégicos.
Metodologías que refuerzan la factibilidad, la definición y la experimentación
Desing Thinking
Es una herramienta muy potente cuando tenemos un proyecto estratégico prioritario y donde innovar sobre la experiencia del usuario es vital. El diseño UX sigue este marco de trabajo.
El científico informático y premio Nobel Herbert A. Simon fue el primero en mencionarlo como forma de pensamiento en su libro de 1969, Sciences of the Artificial. Desde la década de 1970, Design Thinking evolucionó constantemente en la comunidad de diseño antes de ingresar a la corriente principal en la década de 2000. Se basa en diversas disciplinas, como la etnografía, la informática, la psicología y el aprendizaje colaborativo.
Se compone de cinco etapas:
- Comprensión de las necesidades de los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando, y también de su entorno.
- Identificar problemas cuyas soluciones serán clave para la obtención de un resultado innovador.
- La generación de ideas de valor que aportan una solución antes el problema.
- Hacer las ideas palpables que nos ayude a visualizar las posibles soluciones planteadas. Usando prototipos o simulaciones del proceso implicado.
- Probar los prototipos o simulaciones con los usuarios finales en la solución que estemos desarrollando, durante esta fase evolucionaremos nuestra idea hasta convertirla en la solución que estábamos buscando.
El proceso no es lineal. En cualquier momento puedes ir hacia atrás o hacia delante si lo ves oportuno, saltando incluso a etapas no consecutivas.
Empresas como Apple, Google o Zara lo utilizan. Al ser una metodología de fácil comprensión para generar innovación, se puede aplicar a cualquier campo. Desde el desarrollo de productos o servicios hasta la mejora de procesos o la definición de modelos de negocio.
Design Sprint
Es una metodología desarrollada en Google (Google Ventures) a cargo de Jake Knapp el cual lo popularizó en el 2016 con su libro Sprint. Sirve para mejorar los problemas de diseño que afectan al negocio. Su principal característica es que es un proceso fulminante, es decir, que en 5 días, aunque a veces pueden ser menos y a través de una serie de técnicas con un estricto control del tiempo, pasas de la idea al producto diseñado y con un plan de validación en mercado con usuarios finales.
El secreto del Design Sprint es que combina diseño estratégico, con procesos de innovación, principalmente Design Thinking y la metodología de Diseño centrado en el usuario (video) además de técnicas agiles.
Para startup el Design Sprint ayuda rápidamente a definir y montar un MVP (mínimo producto viable) con plan de validación en mercado y conocer las reacciones de los clientes.
Si eres una empresa te ayuda a generar nuevos negocios y a ahorrar dinero, por ejemplo, a Uber y a Slack les ha servido para evaluar la viabilidad de los nuevos negocios y hacer la nueva versión de un app.
Lean Startup
Es un concepto acuñado por Eric Ries en su libro The Lean Startup, proviene de Japón de las teorías de Lean Manufacturing de Toyota. Es aplicada al lanzamiento de nuevas empresas.
El objetivo es reducir el riesgo en el lanzamiento de nuevos productos y servicios, aprender del cliente/usuario final – Customer Development (video) – y cuanto más rápido y barato mejor, generando un “mínimo producto viable” es decir, una versión básica de nuestro proyecto, para poder conseguir un feed back válido en situación real de uso con el propósito de encontrar los errores, aprender y corregirlos, reiterar hasta tener una propuesta adecuada. Se trata de entender cada vez mejor quiénes son nuestros clientes y cuál es la mejor oferta para satisfacer alguna de sus necesidades.
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