“Proporcionar acceso a personas con cierto tipo de discapacidad puede hacer el producto significativamente más difícil de usar por personas sin discapacidad, y con frecuencia imposible de usar por personas con diferente tipo de discapacidad”
Newll y Gregor 2000
¿Qué tanto la accesibilidad puede disminuir la usabilidad de un producto?, ¿Es posible hacer diseños de productos que puedan ser accedidos fácilmente por todos?, ¿El diseño no puede ser universal? y otras preguntas más que parece no tener respuesta.
El año pasado escuche sobre el diseño inclusivo que no es un estilo ni un género del diseño, es un enfoque en el cual los productos y servicios diseñados satisfacen las necesidades del mayor número de personas sin importar la edad o las capacidades físicas y sensoriales, en Europa lo llaman “Diseño para todos”. Es aplicado a todo género del diseño (arquitectónico, digital, gráfico e industrial, etc.). Actualmente en el mundo digital es considerado como marco metodológico para el desarrollo de sitios webs accesibles (Yusef hassan y Francisco Martín).
No es un enfoque nuevo, nació hace décadas y hay más avances en el diseño arquitectónico e industrial que en el digital.


El problema es que como profesionales de experiencia usuaria solo consideramos satisfacer en mayor grado a nuestros usuarios finales en mediano grado al promedio de usuarios y no consideramos a los usuarios con deficiencias específicas tanto físicas y sensoriales por discapacidad o edad avanzada. Por ejemplo, una persona mayor de 40 años tiene una lectura cromática diferente al resto de la población, y que los colores que pueden agrupar y guiar a este usuario en un sitio web a su objetivo puede no resultar efectivo. ¿Qué debemos hacer?, ¿Debemos diseñar para los de mayores de 40 aquel producto que será usado por personas de 20 hasta 60 años?, ¿Hacemos dos versiones del producto, con el cual negamos que el diseño sea universal?.
¿Qué debemos hacer para acercarnos al diseño inclusivo?

En el gráfico el color naranja representa el rango de usabilidad de cualquier producto y se pude observar que hay 5 personas unos más cercanos al centro que otros, los que están más al centro tienen una mayor usabilidad y compatibilidad con el producto, los que llamamos usuarios objetivos. Podemos observar que el niño y el anciano están un poco distantes del centro y podrán usar el producto con dificultad, mientras que el discapacitado está a mayor distancia el cual será casi incapaz de usarlo.
Concluimos entonces que el diseño inclusivo no se trata de hacer diseños de productos para cada usuario específico, tampoco de hacer un diseño de producto que satisfaga con el mismo nivel de usabilidad a todas las personas, si no tan solo de hacer el esfuerzo que el centro naranja crezca hacia las afueras, es decir, de ampliar el radio de uso del producto.

Les dejo con un interesante vídeo sobre el proyecto Cine Accesible que permite a personas con discapacidad visual o auditiva puedan acceder al cine en las mejores condiciones posibles.
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